Manuel Hernández – Silva: una dirección moderada pero bien lograda
Filarmónica de Buenos Aires. Concierto: 4/7/19. Teatro Colón.

PH: Arnaldo Colombaroli
La Orquesta Filarmónica en su función de abono Nº 8 con dirección invitada de Manuel Hernández - Silva, tuvo un comienzo endeble pero poco a poco, con el avance de los personajes que integran “Mi madre la oca”, logró posicionarse con otra solidez.
Por Sabrina Abalo.
De las múltiples formas que le dio Ravel a esta obra, la versión orquestal es la más rica, el poder narrativo que logra a través de los distintos personajes hace que de pronto provoque en el espectador la necesidad de volver a pasar por el corazón los recuerdos de la infancia. Es una serie de movimientos basados dos de ellos en los cuentos clásicos de Charles Perrault, el tercero basado en Madame Marie d’Aulnoy (1651 – 1705) escritora francesa muy conocida por sus cuentos de hadas, el cuarto inspirado en Jeanne – Marie Leprince de Beaumont (1711 – 1780) escritora también francesa conocida por ser autora de la versión más difundida del cuento de “La Bella y la Bestia”, y del quinto y último movimiento se desconoce su origen.
La Orquesta Filarmónica en su función de abono Nº 8 con dirección invitada de Manuel Hernández - Silva, tuvo un comienzo endeble pero poco a poco, con el avance de los personajes que integran “Mi madre la oca”, logró posicionarse con otra solidez.
La mezzosoprano Irlandesa no llegó a cautivar demasiado con la interpretación de “Las noches de estío”, una voz con poca proyección, un vibrato demasiado exagerado, una línea de canto sostenida pero sin mucho diálogo sobre la obra de Berlioz. Hubo algunos breves momentos donde se notó una disociación entre la orquesta y Erraught que mantenía interrumpida la fluidez musical. Lo más logrado de Tara fue la canción Nº 3: “Sobre las lagunas”.
La sinfonía 2 de Schumann tiene un comienzo particularmente difícil, el ataque del primer sonido en boca de los bronces es complejo y así se reflejó lamentablemente en la orquesta. Sin embargo a medida que el concierto avanzó, la orquesta se escuchó más firme y segura con respecto al comienzo. Para cualquier oído, el final tan decisivo del 1º movimiento pareciera el final de la obra, hay gente que todavía aplaude en este momento y rompe completamente el clima para continuar con el 2º movimiento.
La batuta del venezolano con marcaciones bien precisas obtuvo en Schumann resultados de calidad interpretativa, logró una buena concertación, variedad de matices y buenas performance en las pequeñas intervenciones de algunos instrumentos solistas. De bajo perfil, el director también pudo sobre el final del concierto acoplarse a la orquesta y soltar toda su maestría con la dirección.
Programa:
Maurice Ravel, Mi madre la oca
1 – Pavana de la bella durmiente
2 – Pulgarcito
3 – Niñita fea, emperatriz de las pagodas
4 – Conversación de la bella y la Bestia
5 – El jardín de las hadas
Héctor Berlioz, Las noches de estío (serie de poemas de Théophile Gautier)
Solista invitada: Tara Erraught, Mezzosoprano
1 – Villanesca
2 – El espectro de la rosa
3 – Sobre las lagunas
4 – Ausencia
5 – En el cementerio: Claro de luna
6 – La isla escondida
Robert Schumann, Sinfonía Nº 2 en Do mayor, Op.61
1 – Sostenuto assai – Allegro ma non troppo
2 – Scherzo: Allegro vivace
3 – Adagio expresivo
4 – Allegro Molto vivace
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